Celebrando la Cultura del Diseño

1960/1970

En busca del diseño extraordinario

Establecidos en la calle Paraguay 545, de la ciudad de Buenos Aires, Eisler, Hakel y Aczel diseñaban ellos mismos muebles y otros objetos exclusivamente para residencias, las que también decoraban y remodelaban.

Por aquellos años, en las casas argentinas se usaban mayormente muebles clásicos y de estilo; el diseño para el hogar era una idea innovadora. En esa misma época, la compañía americana Knoll International, de tradición europea, ya representaba la sofisticación de la vanguardia en el resto del planeta.

En 1961 Interieur Forma firma una licencia con Knoll International.

La elección de esta compañía, y no otra norteamericana, fue determinada por la gran influencia de diseñadores europeos en el diseño de sus productos.
Orientados hacia el estilo Bauhaus, los muebles Knoll eran reconocidos en cualquier lugar del mundo por su línea simple y por el gran cuidado en los detalles de terminación.

En 1938 Hans Knoll abre la primera fábrica de Knoll en New York. Asociado con su mujer, Florence Knoll, cambiarían el concepto de la forma de trabajo en las oficinas de Estados Unidos.

Utilizando su extensa red de relaciones con profesionales de Europa y América, para expandir el alcance sus productos, ellos creían que los diseñadores debían ser acreditados por su nombre y recibir el pago de regalías por sus diseños.

Mies van der Rohe, Eero Saarinen, Franco Albini, Harry Bertoia e Isamu Noguchi, entre otros, desarrollan una colección de muebles para Knoll que hoy son considerados un Clásico.

Florence Knoll impulsa a la empresa a altísimos niveles de excelencia, no sólo por sus propios diseños, -los que años más tarde serán donados al Smithsonian Institution’s Archives of American Art, recibiendo en la Casa Blanca el premio 2002 National Medal of Arts- sino también por la calidad de los diseñadores convocados para desarrollar mobiliario contemporáneo.

 

Knoll Planning Unit

El concepto de Knoll Planning Unit emerge de la filosofía de Florence, según la cual la arquitectura y el diseño de interior debían contener funcionalidad, procesos de trabajo y estética.

Interieur Forma fue la primera empresa del rubro en Argentina en trabajar con una licencia y en ofrecer productos para oficinas con diseño contemporáneo.

Desde el aspecto comercial, la decisión respondía directamente a las circunstancias económicas del momento: a fines de la década de 1960 una fuerte voluntad de crecimiento provoca que grandes empresas extranjeras se radiquen en la Argentina, con la consiguiente necesidad de encontrar alguien que pudiera ofrecerles el mobiliario que requerían sus manuales de arquitectura.

Así, una vez firmado el contrato con la empresa Knoll International, Interieur Forma inicia la producción de muebles para oficinas.

La primera presentación de los modelos de Knoll se realizó en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, ubicado en el Teatro General San Martín. Con motivo de la exposición, Knoll envía una serie de esculturas de Harry Bertoia, de un enorme valor cultural, que por primera vez se exhiben en la Argentina.

 

Primeros trabajos de Interieur Forma junto a Knoll

Los primeros desarrollos de importancia fueron solicitados por Ford Motors Argentina, Goodyear, Financiera del Banco de Londres y Gas del Estado.

La unión entre Interieur Forma y Knoll, sumada a una creciente demanda de trabajo obliga a ampliar el local de la calle Paraguay, y en 1964 se abre uno nuevo en la misma calle al 555. Se incorpora también la licencia Cassina, de origen italiano, dedicada al desarrollo de muebles para la casa, que incluía diseños originales de Le Corbusier, Tobia Scarpa, Vico Magistretti y Mario Bellini, entre otros.

El primer folleto de Interieur Forma, diseñado por Tomás Gonda.

Muchos de los diseños que revolucionaron la década del sesenta, como los sillones de Mies van der Rohe, son ya clásicos indiscutidos.

Afiche para vía pública diseñado por Guillermo González Ruiz y Ronald Shakespear.

Mesita Cyclone, de Isamu Noguchi.

“Si mira estas sillas, va a encontrar que están construidas mayormente por aire, tal como las esculturas” Harry Bertoia

La habilidad técnica desarrollada por Cassina permitió que Le Corbusier le diera, en el año 1964, la autorización para producir sus diseños.

Afiche para vía pública.

Mesas Tulip de Saarinen.

Escritorio Albini.

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